Somos amantes de la naturaleza y la vida rural, y queremos compartir contigo nuestra pasión. Nuestras casas, Quejigo y Navalonguilla, están en plena dehesa de Santa Olalla del Cala, rodeadas de encinas, alcornoques y aire puro. Un refugio perfecto para escapar del ruido, respirar tranquilidad y vivir la esencia del campo andaluz.

Nuestras casas son más que un alojamiento: son una experiencia. Desde rutas de senderismo entre colinas y valles hasta la recolección de setas como los codiciados gurumelos. Los más pequeños se enamorarán de los animales de la finca y los adultos podrán relajarse con una buena copa de vino junto a la chimenea.

Queremos que te sientas como en casa, con todas las comodidades y un trato cercano y personalizado. Ya sea para una escapada romántica, una reunión familiar o una aventura con amigos, aquí encontrarás el equilibrio perfecto entre descanso y diversión. ¡Ven a vivir la auténtica magia de la Sierra de Huelva!